Como castillo de naipes
cayo nuestro compromiso
no era compromiso de anillos
ni de bodas y cuchillos
Era solo de amor tierno
y de besos prometidos
y el deso de una cita
Siempre a la orilla del rio
El fue tocando mi cuerpo
como caliente cuchillo
y descubriendo mis ansias
levantandome el libido
marcabamos el lugar
con un beso apasionado
Y despues que paso todo
lo que debia pasar
Sentado sobre mis piernas
me dijo que era casado
que tenia 4 hijos
y que en su casa de marras
solo trabajaba el
que no queria mas hijos
Y yo no le dije nada
no presente ni un reclamo
por que cuando el se marchaba
a mi me ardia la piel
hasta la madrugada
Y yo no queria mas hombre
que aquel que me hizo mujer
una tarde de verano
Y que me importaba a mi
que el tuviera su dueña
si cuando estaba conmigo
se olvidaba de su casa....
Y aquellos ojos morenos
se me clavaron en... mi alma
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Puede una gota de lodo, sobre un diamante caer,
puede también de este modo, su fulgor oscurecer
pero aunque el diamante todo, se encuentre de fango lleno,
el valor que lo hace bueno, no perderá ni un instante
y a de ser siempre diamante, por más que lo manche el cieno.
Los amores tragicos nos familiarizan a todos, ¿no?
¿Quien alguna vez no ha sufrido un desengaño?
Pero pocos logran cerrar sus heridas de manera tan agraciada y retunda.
Sigue escribiendo...
Tu evolucion como poeta no deja luagar a la duda ni al debate; vas a pasos agigantados.
Esther y "perrito mojado"; ya te repondieron. Podrá decir la "dueña oficial" o mejor dicho el a ella, "...soy tuyo. porque lo dicta un papel, me tienes, pero de nada te vale,,,mi vida la controlan las leyes, pero en mi corazón, que es el que siente amor, tan solo mando yo..." una vieja canción. Salud!.