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Estudios recientes evidenciaron que las bacterias ácido lácticas sinergizan con los efectos inmunomodulatorios de los alquilgliceroles. Los mecanismos de acción pueden incluir la competencia por nichos ecológicos específicos, la estimulación inmunológica de la barrera mucosa y la inducción de un patrón de citoquinas específico. Los lactobacilos tienen un efecto estimulante directo sobre las células del sistema inmune innato, especialmente las células NK. Algunos investigadores concluyeron que con la edad, la función inmune innata está relativamente mantenida, mientras que la inmunidad de células T está relativamente reducida, lo que lleva a un desequilibrio funcional. Las personas ancianas pueden tener una mayor respuesta inmune innata a la infección. Esta respuesta incrementada de producción de citoquinas puede ser un mecanismo compensatorio a la reducción en la actividad fagocítica citotóxica. La activación in vivo de la respuesta inmune es un evento continuo a lo largo de la vida que teóricamente puede potenciarse con la administración de bacterias probióticas vivas capaces de colonizar el tracto gastrointestinal. Esta colonización puede ayudar a restablecer patrones saludables de la respuesta inmune y modularla. Las bacterias ácido lácticas parecen trabajar mediante la estimulación y regulación negativa de los mecanismos regulatorios, a fin de equilibrar la respuesta inmune, al menos en algunas instancias.